Ante el accidente de un submarino, el tiempo de reacción es clave para el salvamento de la dotación. Actuar de forma coordinada y rápida para el rescate de los miembros del submarino siniestrado es crucial en una operación tan compleja que requiere de la intervención de medios navales, aéreos y terrestres, militares y civiles, nacionales e internacionales.
Ese es el objetivo del Ejercicio Cartago’25 cuya fase teórica se realiza estos días en la base naval militar de Cartagena, sede de la Flota de Submarinos, y la fase en vivo, la práctica, se llevará a cabo en septiembre.
El papel de la logística y la coordinación de los medios aéreos, navales, militares y civiles, es esencial en este tipo de operaciones de rescate tan complejas, donde el tiempo juega a la contra. El ejercicio teórico que se practica estos días busca engrasar el operativo y que todos sepan lo que tienen que hacer sin demoras.
Este año el Arma Submarina cumple 110 años, más de un siglo dedicada a la defensa y protección de España bajo la superficie. Para que sus dotaciones mantengan un alto nivel de adiestramiento se realiza anualmente este ejercicio de rescate de un supuesto submarino de la moderna serie S-80. Los vehículos no tripulados, drones, y en general medios de alta tecnología, participan cada vez más en una de las operaciones más complejas a las que se puede enfrentar una Armada.
Una parte muy importante del ejercicio se dedica a la atención médica, al apoyo a las familias y a la gestión de la comunicación. Alumnos de Periodismo de la Universidad Católica de Murcia participan desde hace unos años en el ejercicio, realizando programas de radio y TV y asistiendo a las ruedas de prensa.
En esta edición están presentes miembros de las Armadas de países amigos como Portugal, Chile, Ecuador y Colombia.
No se deja nada a la improvisación, pues en una situación tan grave y dramática para mucha gente todo debe estar perfectamente engrasado.