Artículo de la Revista Española de Defensa nº 431
						
					Por primera vez, España ha acogido un Campeonato Mundial Militar de Esgrima: el 48º, que se celebró en el Palacio de Deportes de San Pablo, de Sevilla, entre el 15 y el 20 de septiembre. Organizado por el Ejército del Aire y del Espacio, bajo el amparo del Consejo Internacional del Deporte Militar (CISM), reunió a 250 militares-deportistas de 17 países, de tres continentes. Todos ellos «combatieron» en la pista bajo el lema del CISM, «La amistad a través del deporte».
Nuestro país estuvo representado por 16 esgrimistas, miembros del Ejército de Tierra, del Ejército del Aire y del Espacio y de la Guardia Civil, que participan en las tres armas (espada, florete y sable). Son oficiales, suboficiales y personal de tropa, y fueron seleccionados al obtener las mejores clasificaciones en los últimos Campeonatos Nacionales Militares de Esgrima.
«Todos son unos profesionales y se mueven en la pista por un afán de superación y de trabajo que no les aparta de disfrutar cada tirada», afirma su jefe y entrenador, el teniente coronel Jesús Ramos.
Francia, Hungría, Italia y Ucrania lograron la mayoría de los primeros puestos en las clasificaciones de las tres disciplinas, en las categorías masculinas y femeninas, tanto en pruebas individuales como por equipos. Esto no ha desanimado a los tiradores españoles, sino al contrario. «Ha sido una oportunidad para compartir pista con grandes competidores y atletas de la esgrima, ya que nos facilita aprender, compartir técnicas y vivir esta experiencia», señala la comandante del Ejército del Aire y del Espacio Ana Gallarín, componente del equipo.